Los arrestos del 19 de julio y las argumentacionea adoptadas como sostén y justificación de tales medidas hubieran sido impensables hasta hace pocos años, cuando la represión se desarrollaba aún sobre la base de directrices selectivas. Ahora está claro que desde hace algunos años se presencia un salto de calidad y que ahora se pretende también ir a aplicar directamente, en el campo de la iniciativa y de los derechos sindicales, normativas que fueron diseñadas en función del campo del derecho civil y penal. Esto significa, en otros términos, buscar suprimir el derecho sindical y poner fuera de la ley ese tipo de iniciativa económico-reivindicativa (en particular relativa a la contratación de segundo nivel) no reglamentada por las lógicas y las prácticas del corporativismo de Estado de los sindicatos confederales.
Este salto de calidad es en primer lugar un resultado de la estación todavía abierta de la pandemia, dirigida y calibrada a arte entre cerraduras liberticidas, volteadas a contener la crisis sanitaria descargádola sobre las masas populares, y lógicas eugenesias de despiadado desmantelamiento, con las aberturas indiscriminadas y la eliminacion de elementares medidas de protección, de las tutelas de la salud de los trabajadores, de los ciudadanos y de los sectores frágiles y ultrafrágiles. La pandemia fue, desde este punto de vista, usada para proteger y planificar intervenciones de masa de carácter capilar y, por tanto, ahora replicables en nuevas situaciones críticas. De este modo se llega, en segundo lugar, al nexo entre la guerra interimperialista en curso, que implica directamente también al imperialismo italiano y la avazada del proceso de fascistización del Estado.
Esta claro que sobre esta base no es suficiente la aún necesaria respuesta sindical a los recientes arrestos. En todo caso porque propio la lógica de la fascistización vuelve un anillo de la iniciativa política que debería ser de partido y no el contrario. Lo que es necesario unir es lucha contra la tentativa de abolir el conficto social y sindical a la oposición al fascismo de Estado remontante, que ve el sostén y el soporte directo de todos los partidos de poder y para nada solo del gobierno de Draghi. En efecto, el problema no es ni siquiera solo de uno u otro partido uno o de otro partido o de uno u otro gobierno. Il imperlismo hoy empuja para la guerra imperialista. Esto significa fascistización, economía de guerra, o sea el aumento de los precios, corte de los servicios sociales residuos, contención represiva capilar de las protestas de masa actuales y sobre todo, de aquellas previsibles a breve-medo término. Ea también una tentativa de decapitación preventiva de los sujetos sindicalesy políticos que podrían volverse intérpretes de tales protestas.
En este cuadro, por tanto, la lucha contra la tentiva de abolir el conflicto sindical va conjugada con la lucha contra el fascismo y la guerra inter-imperalista y, de consecuencia, la reivindicación de la inmediata salida de Italia de tal guerra. Es necesario construir un frente popular sobre la base de este programa y de un programa de defensa de las condiciones económicas y sociales del proletariado y de las masas populares de los estratos inferiores e intermedios de la pequeña burguesía.
Se representan hoy problemas de fondo análogos a aquellos que se presentaban al proletariado ya las masas populares de los años Veinte y en particular de los años Treinta. Por tanto se representa hoy, en primer lugar, el problema y la tarea de la construcción de un partido comunista de replicar y de desarrollar en las actuales condiciones las estrategias y las líneas que pudieron contrastar, al menos en parte victoriosamente, el socialfacismo, el imperialismo y el nzai-fascismo. No se puede ni siquiera pensar diversamente en poder construir un frente popular.
Sin un trabajo de este tipo la misma lucha contra eventos represivo como aquel el 19 de mayo permanece confinados en el plano de la respuesta sindical. Esto cuando el problema de dar una respuesta política y de obtener el sostén de eventuales fuerzas sindicales de clasea este tipo de respuesta. Hoy sucede exactamente lo contrario. En el centro hay una propuesta sindical movimientista, hecha de movilizaciones fragmentadas y minoritarias, en alguna posible subordinación de la cuestión sindical a aquella total relativa a la conjugación de los frentes de la defensa de los intereses de las amplias masas, de la lucha contra la guerra interimperialista por la inmediata salida de Italia de la guerra y de la lucha contra la fascistización en curso.
La tarea de la construcción del partido comunista es por tanto hoy actual y central. Tal tarea va asumida por los elementos conscientes y avanzados de las masas proletarias, populares y estudiantiles. La participación activa con un rol de protagonista en la constitución de un partido guiado por una teoría correcta debe volverse una tarea y un objetivo primario para cada obrero de vanguardia, para cada comunista, para cada real antifascista.
Muchos declararon haber contruido ya ese partido otros están construyendo frentes entre varios partidos y grupos comunistas, otros aún comparten la necesidad de poner al centro tal construcción, pero confunden el problema de la costrucción del partido con ese del sostén de las luchas sindicales y reivindicativas. Estos últimos afirman concepciones del tipo: “il partido nace de las luchas”, “la construcción del partido y del sindicato de clase van a la par”, “el partido se construye conquistando las vanguardias sindicales” ecc. Estas teorías erróneas niegan la diferencia entre lucha política y la lucha económica reivindicativa y conciben la revolución como una radicalizacion de la lucha económica. Entonces lo que se necesita es constrir un partido comunista sobre la base de la especificación y actualización del marxismo-leninismo-maoísmo. Esto puede ocurrir en una primera fase inicial con una formación teórica concebida como un proceso activo y no butocrático-elitario, con la propaganda y con la lucha ideológica al revisionismo, al economicismo, al movimientismo y al trotskijsmo.
Nueva Egemonia