A propósito de la postura sobre el Papa de “Proletari Comunisti-PCm” : HOZ MARTILLO Y MITRA PAPAL

ÍNDICE

Aprender a conocer y criticar las posiciones oportunistas de Proletari Comunisti-PCm

Para un encuadre crítico de la conferencia de Proletari Comunisti- Pcm sobre la muerte del Papa

El texto íntegro de la conferencia audio de Proletari Comunisti-PCm

A propósito de la postura sobre el Papa  

de el grupo de Proletari Comunisti-PCm

HOZ MARTILLO Y MITRA PAPAL

Aprender a conocer y criticar las posiciones oportunistas de Proletari Comunisti-PCm

Intervenimos una vez más, como colectivo de Nueva Hegemonía, para mostrar el verdadero rostro político e ideológico de un grupo que acostumbra, en Italia y en el exterior, presentarse como “marxista-leninista-maoísta” y que quiere includo postularse como co-promotor de la construcción de una nueva internacional comunista. Una internacional, de hecho, alternativa y contrapuesta a la creciente dinámica de unificación de los grupos y de los partidos maoístas en curso a nivel internacional.

El grupo en cuestión es el de Proletari Comunisti-Pcm Italia [llamado “Partido Comunista maoísta”]. Anteriormente el grupo se llamaba Rojobrero. Sus raíces históricas radican en la pertenencia al PC(M-L)I La Voz Obrera nacido de la rectificación del 1971-72 de las posiciones del viejo “UCI(ml)-Servir al Pueblo”. El grupo es camaleónico. De vez en vez presenta un rostro diverso, un día es maoísta, otro está de acuerdo con “Potere al Popolo” (con un entrismo no demasiado oculto) y con la “Rete dei Comunisti”, otro se remite a la vieja “Autonomía Operaia”, después de lo cual llega también a sostener en su sitio que en los años Setenta tenían todos un poco de razón, desde los radicales de Pannella a las Brigadas Rojas. En la circunstancia en cuestión, relativa a la valoración de la figura y de la obra del Papa recientemente difunto, este grupo con una empatía artificial, y por tanto fals, por las masas del pueblo pensó bien en proponer en primer plano el populismo. Con un lenguaje “anti-sistema” en la forma, sostiene por tanto, en lo que concierne a los contenidos, unirse al coro general del imperialismo, de la burguesía, de las clases y de las fuerzas fascistas, liberales-reaccionarias, revisionistas y oportunistas de todo el mundo. Un coro que se propuso un objetivo bien preciso, el de valorar una figura que desarrolló, con gran ductilidad y flexibilidad, un rol de soporte utilísimo al propio servicio. De frente a la colosal crisis hegemónica de una falsa democracia burguesa que está cada vez más obligada a presentarse en forma abiertamente fascista, el difunto Papa trató de sostener la barraca, de suavizar la crisis hegemónica, de evitar, en lo que le era posible, o sea a la decrépita combinación entre feudalismo e imperialismo representada por la institución clerical, que los oprimidos en Italia y en el mundo resultaran privados de una representación ideológica y política que no fuera esa de una oposición cada vez más consciente, al tanto y determinada al imperialismo y al fascismo. El Papa debía por tanto recurrir a los humildes, a los últimos, a los explotados, debía reclamar con la “debida sobriedad” la situación del pueblo palestino, debía ser el pacifista de la situación (como además había hecho, y quizás en modo aún más ruidoso, el Papa Wojtyla en la época de la Guerra del Golfo), del que se opone cándidamente e ingenuamente a la guerra y al rearme. Esto se le había pedido hacer, esto le había impuesto el gran pulpo que lo había expresado y por tanto elegido y esto es lo que hizo. Las cosas cambian, repetir más veces la misma tácica no es siempre una ventaja y por tanto es posible y quizás necesario que el “nuevo” Papa entre al terreno con un “nuevo” rostro, esto mientras el juego dura, porque después no quedará otra posibilidad que la del Papa fascista como en los años Treinta.

El problema por tanto no es el Papa que desempeñó óptimamente su rol, el problema son los llamados amigos del pueblo, los pseudo-representantes del proletariado, esos que, como el grupito en cuestión, se comportan de avanguardia de la revolución proletaria italiana y, por qué no, también internacional. El problema son los politiqueros, los oportunistas que siempre tratan de cabalgar sobre el proletariado, los jóvenes, los movimientos con el único fin de hacer descarrilar el tren de la oposición, de las luchas, de la reconstrucción del partido comunista.

El principal y bien reconocido dirigente de Proletari Comunisti y parte del PCm-Italia pensó bien en tener una pequeña conferencia de cerca de 30 minutos sobre la muerte del Papa, con mucho audio puesto en el sitio https://proletaricomunisti.blogspot.com/.

Reportamos al final del presente artículo la fiel e integral transcripción de esta conferencia. No lo hacemos solo por la necesidad de ofrecer al lector toda la documentación necesaria para una valoración crítica de las diversas posiciones en el terreno, ni tampoco con el simple objetivo de mostrar el real rostro político e ideológico de un grupo que desacredita el maoísmo. Reportamos la transcripción porque su contenido es de algún modo ejemplar y porque, en su ejemplaridad, es estudiado y comentado por los jóvenes compañeros, por los jóvenes estudiantes y proletarios que, de frente a la revolución que se vislumbra en el horizonte, deben aprender a conocer y reconocer al adversario para evitar recorrere caminos fallidos como esos de los años Setenta, cuando las masas y los mejores militantes revolucionarios y combatientes fueron presa de capas intelectuales subjetivistas, cuyo espíritu revolucionario tuvo la duración de un meteorito. Intelectuales, presuntos revolucionarios como Raniero Panzieri, Mario Tronti y sobre todo él, el teórico y el jefe indiscutible de la “Autonomia Operaia”, Antonio Negri, acompañado por decenas y decenas, si no centenares de docentes universitarios y publicisas “ultra-revolucionarios” que, si no eran todos negrianos, ciertamente eran de un modo u otro “Operaisti” (término que obviamente no significa sostenedores de la causa del proletariado).

En la conferencia sobre el Papa de Proletari Comunisti-PCm, el “dos se funde en uno” como subrayaba Mao a propósito de la filosofía siempre seguida por los revisionistas. La línea revolucionaria se funde con la oportunista con el fin de enredar a los revolucionarios y las masas, de sembrar el caos ideológico, de confundiir las ideas y de hacer prevalecer tarde o temprano, directamente o indirectamente, el oportunismo.

No se necesita repetir el pasado, se necesita que los elementos más avanzados y conscientes de las masas se esfuercen por aprender la ciencia de la política de la revolución, la filosofía del materialismo dialéctico, la teoría militar del proletariado y, en general, de estudiar directamente y aplicar la ideología revolucionaria del proletariado, desde Marx a Engels, desde Lenin a Stalin, desde Mao a Gonzalo. En lo que concierne a Italia, se trata también de estudiar a Gramsci, de enlazar nuevamente, sobre la base del maoísmo, la unión con el hilo de su pensamiento. Se trata de descifrar sus Cuadernos de la Cárcel, escritos con un lenguaje aparentemente críptico y cultural para escapar a la censura fascista, y hacer de ella un arma potente para arruinar todas las camarillas oportunistas. Esto es una tarea al orden del día para los jóvenes compañeros, los jóvenes proletarios que hoy están de nuevo alzando la bandera de la revolución.

Para un encuadre crítico de la conferencia de Proletari Comunisti- Pcm sobre la muerte del Papa

Los dirigentes de este gruppo parecen quererse poner como voz de un pueblo sufrido que elabora con fatiga el luto de la desaparición. La “muerte del Papa”, dicen estos, “apareció como trágica, improvisa, desgarradora… para gran parte de su pueblo”.  Hablan de “su pueblo”, pero basta leer la transcripción de su discurso para entender que para estos personajes el “pueblo del Papa” no es otra cosa que el “pueblo en general”. Pero lo mejor viene inmediatamente después, la baqueta mágica del politiquero transforma la realidad en su opuesto. Los poderosos de la tierra, los fascistas y los imperialistas de todas las resmas llegaron al funeral del Papa no porque reconocen la utilidad de su obra, no porque quieran contribuir, al menos por el momento, al hecho de que el trabajo por él desempeñado al servicio de ellos no sea disipado sino, al contrario, porque quisieran “pacificar” el mensaje del Papa. He aquí que con un golpe de baqueta mágica el Papa se transforma de gran reaccionario jefe de la Iglesia católica, en gran revolucionario antimperialista en ruta de choque con la Iglesia y con los gobiernos imperialistas y reaccionarios de medio mundo.

¿Qué cosa dice Proletari Comunisti? “El funeral es en esencia la respuesta, la restauración. Todos los poderosos de la tierra… están allí porque sepultan, con el funeral, la posición incómoda del Papa… En todos los ámbitos las declaraciones del Papa, las formas, los contenidos, el momento en el que fueron dichas representaron una crítica, un ataque a la acción política sobre todos los campos del imperialismo y sus gobiernos”… “el funeral es el primer paso explícito, para usar un lenguaje de nuestro campo. Parece efectivamente el funeral de los fariseos, por usar una expresión en el campo de la religión. El funeral de los fariseos, de los sepulcros pintados, de los anti-Papas”… ¿Por tanto cuál es el punto que revelamos? El Papa representó una oposición al imperialismo, a sus gobiernos su marcha hacia la guerra, la reacción, el racismo, el empobrecimiento, la miseria de las masas populares”. El inicio de la conferencia de Proletari Comunisti está en sintonía con su sacerdotal conclusión: “Sobre el cadáver aún caliente de Francisco, de frente a esta disgustosa feria de la hipocresía representada por sus funerales con estas presencias ilustres, desde Trump in primis, a Orban, a Milei, etc., esto nos hace esperar que, si su vida incidió relativamente, aún si incidió, su muerte pueda hacerlo aún más”.

Por tanto el Papa no como actor en el terreno del juego en equipo inscenato por los imperialistas y por los reaccionarios, sino como campeón del antimperialismoo, el Papa que a pesar de la oposición de todos e incluso del gran pulpo, de la iglesia católica, habría logrado (sic!) hacer resonar “palabras pesantes… palabras sinceras”, “condenas sin scampo”, en relación a los “poderosos”. No solo esto, sino que el Papa habría expresado jucios que Proletari Comunisti-PCm comenta en esta forma: “Será una opinión suya pero se trata de un análisis que corresponde científicamente a la posición de los comunistas en la actual situación mundial”…[expresó una] “cercanía seguramente fuerte y sincera respecto a la crisis climática mundial. Su texto parece ser lo que mejor recogió, fuera del ámbito del proletariado y de la revolución, la efectiva naturaleza de lo que se produjo en este ámbito, la encíclica alabado seas”.

Este grupito no se detiene aquí y en una orgía de pragmatismo y de maquiavelismo propone el dicho el enemigo de nuestros enemigos es nuestro amico; dicho que habría dado envidia a los intelectuales a sueldo del régimen de los años Treinta, que interpretaban nuevamente en función reaccionaria la gran obra de ciencia política de “El Príncipe”. No contento de esto toma también en la mano cuaderno y lapicero rojo para señalar en la columna de los malos a quien ose exceder en la crítica del Papa:  “su muerte es evidentemente una ventaja para el sistema imperialista mundial, sus gobiernos, y es inútil decir que el proletariado y los comunistas siempre tuvieron sobre esto una posición que no tiene nada de táctica, sino de concepción: lo que es dañino y fastidioso y en oposición al imperialismo y a sus gobiernos es útil directamente e indirectamente a la causa del proletariado y de su batalla revolucionaria para cambiar el sistema social. En este sentido cualquier subvaloración de este dato, y no cierto una opinión, es errada si fuera presente en el ámbito proletario o en el campo de la oposición proletaria popular antifascista, anticapitalista, contra la guerra, al lado de los inmigrantes, de los explotados, de los pobres del mundo” [subrayado nuestro].

Hasta que el juego no sea descubierto y no se develada su función de “conciliación de los opuestos”, este grupo no deja a cada tanto de decir algo que pueda parecer como adecuadamente marxista: “No cambió la naturaleza de la iglesia y de su función en el sistema del capital. La religión es el opio de los pueblos y la iglesia es parte del sistema y de las clases dominantes en todo el mundo, sobre esto no se discute. Pero evidentemente nos equivocamos en no juzgar negativamente, como usamos con una expresión, trágicamente, la falta de la voz del Papa”. Sin embargo después de haber dicho algo de marxista, después de haber recordado en modo abstracto y vacío que “la religión es el opio de los pueblos”, este grupo nos recuerda que fallaremos en no ser sinceramente entristecidos per “la trágica ausencia de la voz del Papa.

Y ahora, tras haber expresado su dolor participando a su vez, es cierto que sinceramente, aunque virtualmente, en los funerales del Papa, es aquí que el rostro de Proletari Comunisti cambia de expresión, y de zalamero y sacerdotal se vuelve firme y orgulloso, combatiente y guerrillero: “Pero evidentemente nosotros nos equivocamos en no juzgar negativamente, como hicimos con una expresión, trágicamente, la falta de la voz del Papa sobre esos temas en los cuales nos empeñamos en una lucha que, presten atención, no es solo una intención de lucha, sino que es una lucha para organizar y construir la vanguardia del proletariado y del pueblo, el frente unido, el ejército popular necesario para traducir en hechos la lucha contra la guerra a pedazos, la lucha contra la barbarie que se lleva a cabo en Gaza, la lucha contra el entero sistema que produce fascismo, reacción, racismo, opresión de los pueblos, oscurantismo. Justamente por esto decimos que si se tiene una auténtica aspiración a luchar y a construir las fueryas para obtener resultados hasta arruinar el sistema, es evidente que no se puede no captar el elemento negativo que viene de la muerte del Papa”. [subrayado nuestro].

Estos personajes prueban además, con un brillante pero funambulístico análisis, individuar los verdaderos responsables o sea, según ellos, las mismas masas católicas que no habrían prestado el debido interés y la debida atención a los llamados del Papa. En fin, son las masas que habrían contribuido, según Proletari Comunisti, a la presunta escasa eficacia concreta de los llamados de su Papa antimperialista: “Podemos probablemente asistir, por efecto de los elementos de comunicación y de dramática evidenciación entre las masas católicas, a un reconocimiento efectivo de las cosas que Bergoglio sostuvo y que ellos se cuidan bien de hacerlas propias y transformarlas en hechos, en acciones aquí y ahora para realizar esta contradccción al interior del sistema social que la produjo. Por tamto, en un cierto sentido, la muerte puede influir positivamente en el despertar de las masas católicas de parte proletaria y popular sobre la naturaleza de las cosas y sobre la necesidad de encarnar las palabras en empeño social y cultural”.

Si hace poco hablaban el lenguaje eufórico del “partido guerrrilla”, ahora regresaron humildemente sobrios. Por otra parte su conferencia llegaba al final y discursos demasiado revolucionarios habrían roto el beato encanto.

NUEVA HEGEMONÍA

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El texto íntegro de la conferencia audio de Proletari Comunisti-PCm

“Una muerte de algún modo esperada dada la enfermedad y la hospitalización, que al mismo tiempo aparece como trágica, improvisa, desgarradora el marco de la visión nacional e internacional sobre todo por parte de su pueblo pero, en general, para el conjunto, el marco de los gobiernos, de los estados en este momento. El funeral es en esencia la respuesta, la restauración. Todos los poderosos de la tierra y en primer lugar el jefe del imperialismo americano Trump, los jefes de los gobiernos reaccionarios en diversos países del mundo, en primer lugar en su Argentina, el gobierno ultrarreaccionario de Milei. Y estos están allí porque sepultan, con el funeral la posición incómoda que las palabras, sobre todo del Papa, representan en todos los ámbitos, con exclusión claramente del de las mujeres y de todo eso que concierne a la moral de la familia santificada por la iglesia y reconocida en estos ámbitos por el entero sistema del capital. En todos los ámbitos las declaraciones del Papa, las formas, los contenidos, el momento en que fueron dichas representaron una crítica, un ataque a la acción política sobre todos los ámbitos del imperialismo y de sus gobiernos. En primer lugar sobre la guerra se puede hacer una lista de sus citas y de sus escritos para entender que no hubo palabras así de fuertes en ninguno de los gobiernos del imperialismo y de sus siervos y en buena parte de toda la oposición política y social a estos gobiernos y en primer lugar en los países imperialistas: el concepto de tercera guerra mundial a pedazos en curso. Será una opinión suya pero se trata de un análisis que corresponde científicamente a la posición de los comunistas en la actual situación mundial. La condena sin escapatoria de la carrera a los armamentos de las industrias bélicas y de sus ganancias también está en contraste neto con la acción, los planes, las políticas del imperialismo y de sus gobiernos. La voz de sostén al pueblo palestino. No hay palabras mejores que las expresadas por Hamas, que también sería desde un punto de vista político, religioso, de la praxis algo fundamentalmente alternativo a la ideología, a la religión que representa Francisco, también Hamas fue claro: estuvo siempre de la parte de Gaya. En una situación mundiial en la cual, mientras los pueblos entran al terreno con sus dificultades  a sostén de las masas palestinas, contra los planes de genocidio, hoy de deportación, santificados, estos sí, desde el imperialismo y el sionismo, la voz del Papa fue siempre de esta naturaleza y ciertamente ella sonó no solo más eficaz sino también más sincera que todas las fuerzas que también, si se excluyen proletarios y masas populares, ahora denunciaron lo que ocurría y expresaron solidaridad con la inhumana barbarie en curso en Palestina por obra del imperialismo y sionismo en todas sus formas y en todas sus caras. Por no decir cuan fuerte y clara haya sido la voz sobre los inmigrantes. Comenzó su papado yendo a Lampedusa. Y durante todo el recorrido encontró palabras fuertes y a menudo eficaces para oponerse y denunciar no solo las muertes, los sufrimientos, y esto para una iglesia sería lo mínimo, pero las responsabilidades y la  inaceptabilidad sin descuentos que el crimen de los crímenes contra la humanidad que se produce en relación a los inmigrantes, a los muertos en el mar, merecía. No hay ningún partido, ninguna fuerza política interna en los sistemas parlamentarios en la casi totalidad del mundo, que haya tenido esta aproximación y esta actitud y claramente haya tenido uuna praxis y una política consecuente en este ámbito. Y que decir de la cercanía seguramente fuerte y sincera respecto a la crisis climática mundial. Su texto parece ser lo mejor que recogió, fuera del ámbito del proletariado y de la revolución, la efectiva naturaleza de lo que se produjo en este ámbito, la encíclica alabado seas. Y nosotros que somos comunistas, marxistas leninistas maoístas, con dificultad citaremos un documento que aunque siempre viene de la iglesia institucional, de la máxima representación de la iglesia institucional en el ámbito de la denuncia de la que es llamada ecología integral. Así el Papa se expresó a favor del salario mínimo que dificultosamente existe. En efecto es abiertamente confrontado por los gobiernos y por buena parte de las llamadas oposiciones. La lista podría ser más larga y será justo hacerla porque el conjunto de las denuncias del imperialismo, de los gobiernos y de la lógica económica  que está detrás de este imperialismo y estos gobiernos, puestas en su conjunto, no pueden más que ser consideradas un ‘aliado’ en el frente de lucha necesario hoy para arruinar al imperialismo, sus gobiernos, sus estados, el sistema del capital. No hay duda. Los jefes de gobierno en todas las maneras no han dejado de hacerlo revelar: sus periódicos, sus medios de comunicación, sin llegar a las viles expresiones usadas por Trump y de su entourage. Todos expresaron con claridad su oposición a eso que el Papa iba diciendo. No faltaron en absoluto los que hablaron del Papa comunista, usado como el peor de los insultos. Quien no lo haya hecho explícitamente, cualquier que haya tenido la posibilidad de leer su prensa, cualquiera que haya tenido la posibilidad de escucharlo fuera de las líneas sabe bien que su juicio sobre las cosas que el Papa iba diciendo fue de fuerte oposición, de obstáculo. Claramente esto se reflejó al interior del sistema que constituye el Vaticano, que constituye la curia y así sucesivamente. La mayor parte del sistema representado por las jerarquías eclesiásticas, sus aparatos, sus engranajes, en la elección de Bergoglio seguramente pensó en la necesidad de recuperar en la iglesia una función hacia el pueblo que ella iba perdiendo. La disgustante elección de un Papa clérigo-fascista de estampa nazi y doctrina que define reaccionaria es poco, Ratzinger, había hecho perder de algún modo la unión y el ascenso entre el pueblo, sobre lo cual se necesita hacer una gran distinción acerca del rol que la iglesia desempeña en los países oprimidos por el imperialismo, de ese que desempeña al interior de los países imperialistas y capitalistas, sobre lo cual no hay tiempo para profundizar. Pero la elección de Bergoglio era de reequilibrar y dar nuevamente la posibilidad a la iglesia de poder contar con una parte de su pueblo, en su rol de estabilización y pacificación mundial, de consuelo de los oprimidos, absolución de los opresores, que permanece el rol de la iglesia como institución. Pero la interpretación dada por Bergoglio a toda esta elección de estar de parte del pueblo, de los humildes y todo el resto seguramente fue, por lo menos en las declaraciones, más allá de lo que la iglesia como institución quería que se realizara y esto trajo claramente a punto de colisionar parte relevante de las cadenas de transmisión entre iglesia y pueblo con Bergoglio. La reforma interna a la iglesia hipotizada, por reconocimiento de todos, también de los analistas de este específico campo del análisis del sistema iglesia, avanzó poco. Incluso un episodio simbólicamente central como los sucesos del cardenal Becciu y del sistema IOR en general, como se ve, tuvo dificultad para avanzar, si incluso hoy se habla de la posibilidad de que el cardenal, el delincuente corrupto, pueda tranquilamente conservar su presencia en el cónclave. Por tanto, ¿cuál es el punto que revelamos? El Papa representó una oposición al imperialismo, a sus gobierno en su marcha hacia la guerra, la reacción, el racismo, el empobrecimiento, la miseria de las masas poopulares. Y sobre esto su muerte es evidentemente una ventaja para el sistema imperialista mundial, sus gobiernos, y es inútil decir que el proletariado y los comunistas siempre tuvieron sobre esto una posición que no solo tiene de táctica, sino de concepción: lo que es dañino y fastidioso y en oposición al imperialismo y a sus gobiernos es útil directamente e indirectamente a la causa del proletariado y de su batalla revolucionaria para cambiar el sistema social. En este sentido cualquier subvaloración de este dato, y no ciertamente una opinión, es errada si fuera presente en el ámbito proletario o en el ámbito de la oposición proletaria popular antifascista, anticapitalista, contra la guerra, al lado de los inmigrantes, de los explotados, de los pobres del mundo. Por esto el funeral es es el primer paso explícito para restaurar, para sepultar al Papa y sus ideas, sus palabras y sus posiciones, para usar un lenguaje de nuestro ámbito. Parece efectivamente el funerla de los fariseos, para usar una expresión en el ámbito de la religión. El funeral de los fariseos, de los sepulcros pintados, de los anti-Papas, no en el sentido de enemigos de la religión, sino de esos que evidentemente auspician el cambio radical de la posición del Vaticano respecto a temas sobre los cuales Bergoglio había expresado su crítica constructiva, no destructiva, porque justo el elemento de la construcción falta en el discurso del Papa, pero claramente sería demasiado. ¿Cómo pretenderlo? No cambió la naturaleza de la iglesia y de su función en el sistema del capital. La religión es el opio de los pueblos y la iglesia es parte del sistema y de las clases dominantes en todo el mundo, sobre esto no se discute. Pero evidentemente nosotros fallamos en no juzgar negativamente, como usamos con una expresión, trágicamente, la ausencia de la voz del Papa sobre esos temas en los cuales nosotros estamos empeñados en una lucha que, atención, no es solo una intención de lucha, sino una lucha para organizar y construir la vanguardia del proletariado y del pueblo, el frente unido, el ejército popular necesario para traducir en hechos la lucha contra la guerra a pedazos, la lucha contra la barbarie que se realiza en Gaza, la lucha contra el entero sistema que produce fascismo, reacción, racismo, opresión de los pueblos, oscurantismo. Justamente por esto decimos que si se tiene una auténtica aspiración de luchar y de construir las fuerzas para obtener resultados hasta arruinar el sistema, es evidente que no se puede no captar el elemento negativo que viene de la muerte del Papa. Pero miremos a otro lado de toda la cuestión: dijimos que debemos también afirmar que las posiciones de Bergoglio no solo fueron difíciles de afirmarse al interior de la iglesia, sino que se puede decir que el aspecto fallido de la acción de Bergoglio haya sido lo poco que tuvieron en el mundo, en su pueblo. Poco. La influencia, no se vieron las masas católicas, comprendidas en un sentido amplio, organizadas en el sistema de las iglesias, de las asoociaciones y de todo ese universo de organizaciones populares que actúa como diariamente en la vida de los obreros y de las masas populares. No se vieron las influencias reales de esta posición del Papa, más bien, la posición del Papa apareció en los hechos absolutamente minoritaria en su mundo, en el mundo de las masas que quería influeciar con sus posiciones. Es como si el Papa hubiera hablado primero que todo a su pueblo y su pueblo no respondió PRESENTE! a todo esto y que no haya respondido presente, por ejemplo, en los países imperialistas y capitalistas en primer lugar, dadas las contradicciones también de otra naturaleza que existen en el sistema mundo y por tanto en los países oprimidos por el imperialimo, donde otras religiones otros opios de los pueblos interactúan con las masas y su condición y su lucha, ¿cómo habría sido posible la avanzada sin obstáculos que no viniese de la oposición real fuera del mundo de la iglesia y de su pueblo en primer lugar a la guerra, a la reacción, a la represión, a las leyes anti-inmigrantes, al racismo, al fascismo dominante, al dominio de la pobreza, de la riqueza sobre la pobreza, a la lógica de la ganancia, al rechazo del reconocimiento de la crisis general ambiental del planeta producido por el sistema del capital? ¿Dónde se vieron las llamadas masas católicas y sus organizaciones estar en primera fila en esta batalla? Absolutamente no, en los países imperialistas y capitalistas sobre tod de Occidente, etcétera, la marcha de la reacción y la devastación que las clases dominantes llevaron también en las filas del pueblo, sembrando el veneno de la reacción, aprovechando la crisis de asentamiento alternativo político producido por el revisionismo, por la transformación y desaparición del movimiento comunista también oficial, pues bien, en todo esto se puede decir que la incidencia haya sido escasa, débil y que la gran derrota de Bergoglio haya sido primero que todo en la escasa influencia que tuvo en su pueblo y transformación en fuerzas de movilización general contra lo que él criticaba y denunciaba. Es cierto que una vez que esto hubiese ocurrido se habrían abierto las dos vías porque sabemos desde hace tiempos inmemorables que los Papas, incluso esos que dicen las palabras más aladas, más progresistas, están contra la revolució, están contra las masas que toman realmente en las manos sus destinos y hacen las revoluciones porque la única solución es la revolución. Cuando las masas aparecen como potencialmente revolucionarias, el rol de la iglesia, de los Bergoglio o no Bergoglio, es siempre el de apuntar a detener el movimiento de las masas. Pero en la mayor parte de los países y seguramente al interno de los países imperialistas y capitalistas no estamos de frente a un movimiento revolucionario del proletariado en ascenso que pone en discusión el estado de las cosas. Cierto es que por lo que trabajamos y que tenemos confianza histórica que se determinará poco a poco en la medida que avanza la marcha hacia la guerra, la reacción y el empobrecimiento de los pueblos, la destrucción y la devastación ambiental, territorial. Estamos seguos que un movimiento se opondrá, en términos históricos la alternativa comunismo o barbarie se replanteará, pero en la contingencia actual nosotros vemos bien que este no es el estado de las cosas y aquí podemos traer otra cuestión: la muerte del Papa puede volverse un hecho positivo en nuestro ámbito, que no es el campo del imperialismo, porque claramente su muerte trágica, que pone inmediatamente en claro, por un lado sus ideas, por el otro la naturaleza, el peso, en sentido bueno, de las críticas, de la oposición, respecto a los eventos que son determinantes en la situación mundial, los eventos principales, excluyendo la cuestión de las mujeres y del movimiento de las mujeres, donde el razonamiento es más articulado. Pero seguramente forma parte del ámbito en el que Bergoglio expresó poco más que buenas intenciones, muy superficiales, respecto a la posición clérigo-reaccionaria del universo iglesia hacia el movimiento de liberación y de emancipación de las mujeres, con todo lo que implica: feminicidios, violencia, doble opresión, explotación, etcétera. El despertar por parte de las masas católicas, comprendido en un sentido amplio porque sabemos bien que cuando hablamos de masas católicas nos limitamos a esa parte de religión católica ampliamente presente en el pueblo, en el proletariado, en las masas populares, y sabemos que en países como el nuestro es seguramente un factor determinante en la lucha de clases, en la lucha social, en la batalla por la transformación del país. Podemos probablemente presenciar, por efecto de los elementos de conmoción y de dramática evidenciación entre las masas católicas, a un reconocimiento efectivo de las cosas que Bergoglio sostuvo y que ellos bien se cuidan de hacer propias y transformar en hechos, en acciones aquí y ahora para realizar esta contradicción al interior del sistema social que la produjo. Por tanto, en un cierto sentido, la muerte puede influir positivamente en el despertar de las masas católicas de parte proletaria y popular sobre la naturaleza de las cosas y sobre la necesidad de encarnar las palabras en empeño social y cultural, indispensable, por otra parte, para la agudización de las constradicciones, la ampliación de la oposición al interior del sistema en que estamos y, claramente, sobre esto Italia asume un rol central desde siempre porque es sede del Papado, del Vaticano. Sobre el cadáver aún caliente de Francisco, de frente a esta disgustante feria de la hipocresía representada por sus funerales con estas presencias ilustres, desde Trump en primera plana, a Orban, a Milei, etc. esto nos hace pensar que, si su vida incidió relativamente, aún si incidió, su muerte pueda hacerlo aún más.

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